lunes, 24 de febrero de 2014

Heidegger y la capacidad de encontrar, mostrar y buscar entes.

Somos capaces de encontrar, mostrar y buscar entes en cualquier momento. ¿Pero «el ser»? ¿Es casual que apenas lleguemos a aprehenderlo y que con todas las múltiples relaciones con el ente olvidemos esta referencia al ser? (Heidegger, Nietzsche, Ed. Ariel, p.685) 
Estas palabras pertenecen a las lecciones que impartió Heidegger en 1940 a propósito de Nietzsche y el nihilismo europeo. Pero las he traído aquí para dejar constancia de una reflexión radical frente el preguntar de Heidegger. La cuestión interrogaría por eso que en esta cita ya está dado por supuesto, dado por cierto de antemano: ¿cómo sucede el hecho de que seamos capaces de encontrar, mostrar y buscar entes en cualquier momento? ¿Acaso no cabe errar cuando se despliega esta tarea? ¿No cabe errar cuando apenas llegamos a aprehender «el ser» encontrado? ¿No será aquí donde Nietzsche clava su aguijón al afirmar que la verdad consiste en una especie de error? ¿No subyace aquí un movimiento que pretende lograr firmeza (aprehender el ser de lo ente) frente a su movimiento opuesto que la niega (pues pretender dotar de firmeza lo no firme ya constituye un error)...? 

lunes, 10 de febrero de 2014

¿Por qué emplea Nietzsche las palabras de un modo tan poco comprensible?

Aquí, y en otros muchos pasajes similares, podría formularse una pregunta cercana a la irritación: ¿por qué emplea Nietzsche las palabras de un modo tan poco comprensible? La respuesta es clara: porque no escribe un manual escolar como «propedéutica» de una «filosofía» ya acabada sino que habla de modo inmediato desde lo que se trata propiamente de saber. En el campo visual de su razonamiento, la proposición comentada es lo más unívoca y concisa posible. Evidentemente, una decisión queda aún abierta: la de si un pensador debe hablar de modo que cualquiera lo comprenda sin más, o si lo pensado de modo pensante revalúa ser dicho de manera tal que quienes quieran repensarlo tengan que emprender antes un largo camino en el que aquel cualquiera quedará necesariamente atrás y sólo algunos llegarán a la cercanía de la meta. 
Esta cita pertenece a Heidegger y está sacada de su obra titulada Nietzsche, editada por Ariel filosofía (2013), páginas 488-489. Y la razón de haberla transcrito reside en que yo sí pienso que el pensador debería hablar de manera que le comprendan otros, no solo unos pocos. ¿Por qué  esta discrepancia?, ¿a qué razones obedece? Comenzaré por el final de la cita, en la que literalmente se afirma que sólo algunos llegarán a la cercanía de la meta. Pero por mi parte preguntaría, ¿cómo se determina una meta, el final de una llegada?, ¿cómo uno sabe que ha alcanzado la meta? ¿cómo descarta uno el haberse podido equivocar?