martes, 9 de julio de 2013

Escrito por Heidegger

La siguiente cita la transcribo del libro titulado Conceptos fundamentales, que contiene el curso del semestre de verano impartidos por Heidegger en la Universidad de Friburgo en 1941:
Que continuamente tengamos que decir "es" siempre que tenemos que decir algo, indica que lo que nombramos "así", o sea el ser, pide la palabra, una palabra a la que, desde luego, permanecemos a la vez constantemente sordos. (Heidegger, Conceptos fundamentales, Alianza Universidad, 1989; traducción de Manuel E. Vázquez García).
 Cuando leo textos como este, siempre me surgen cuestiones que sinceramente desearía haber podido preguntar al autor: ¿qué sucede cuando no tenemos algo que decir, el ser dejaría en esos casos de pedir la palabra? 
Insistiría, ¿si no se tuviera nada que decir, a qué se permanecería sordo? ¿Por qué ese nosotros que queda descalificado por su permanente sordera? ¿Se ceñía el autor a los alumnos o a cualquier hipotético oyente? ¿No es suficientemente extraño que el ser pida la palabra para después añadir que se permanece constantemente sordo ante esta petición?
Aquí encuentro una estimación que atribuyo a Heidegger como el autor de las palabras y en ella no me identifico. Por lo tanto, en ella encuentro algo propio de otro: el otorgamiento de valor al ser que pide la palabra.

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